Una exfoliación química es un proceso de exfoliación química que penetra más profundamente en la piel para que las capas superiores de la piel comiencen a desprenderse. Este proceso estimula el colágeno y aumenta el recambio celular para revelar una piel nueva y fresca. Esta técnica se utiliza para mejorar y suavizar la textura de la piel.

Las exfoliaciones químicas están destinadas a eliminar las capas más externas de la piel. Para realizar esta tarea, la solución de exfoliación elegida induce una lesión controlada en la piel. Posteriormente, los procesos de curación de heridas resultantes comienzan a regenerar nuevos tejidos y, por último, la piel muerta finalmente se despega. La piel regenerada suele ser más lisa y menos arrugada que la piel vieja. ¡Qué fabuloso es eso?

El proceso:

Los pacientes comienzan con una consulta donde se les preguntará acerca de los objetivos de su piel y los hábitos de estilo de vida para determinar el tipo de piel que se usará. Una prueba de cámara ultravioleta se usa para mostrar la visibilidad completa de sus problemas de piel.

En la cabina, estará preparado con una solución para preparar su cara para el químico. Los pacientes obtienen un ventilador para ayudar con cualquier hormigueo o picazón que puedan sentir durante el procedimiento. Entonces, comenzamos la cáscara. Se tarda unos 30 minutos entre la preparación de la exfoliación y el cuidado posterior. Existen diferentes tipos de exfoliaciones según el tipo de piel. Puede hacer exfoliaciones fuertes una vez cada seis semanas, o más suaves dos o tres veces al mes.